Pájaro que trina no vuela #3


Menos mal que este tomo empieza con un listado de los personajes más recurrentes en la historia junto a una breve descripción, porque ya me estaba haciendo la picha un lío con los nombres de los mafiosos.

Resulta que estaba en lo cierto: el jefe de Yashiro, Hirata, ha sido quien ha montado la tentativa de asesinato. Se ve que es un homofóbico, un envidioso y tiene una gran sed de poder. No soporta que Yashiro haya sido ascendido tan rápido sólo por haber mantenido relaciones sexuales con todos los peces gordos de los diferentes clanes, por lo que quiere deshacerse de él sin que nadie sepa que él mismo ha sido la mano ejecutora. También quiere eliminarle del mapa para poder ascender a un puesto mayor y estar bajo el amparo de Misumi.

Para lograr ascender y matar a Yashiro, Hirata "obliga" a Ryuuzaki a vender anfetaminas y luego le intenta convencer de matar a Yashiro. Ryuuzaki se muestra dubitativo, pero Hirata le tiene cogido por los huevos: tiene que matar a Yashiro porque sabe que vende droga. Y si no le mata, Hirata ha amenazado a Ruuzaki con matarle. Ay señor...

Mientras los miembros del clan y la policía investigan el paradero de Hirata y Ryuuzaki, la relación amor-odio entre Yashiro y Dômeki prosigue. Paulatinamente ambos comienzan a entender que en su ser ha nacido un fuerte sentimiento que hace que se vinculen: el amor. Pero, obviamente, no van a confesar sus sentimientos. Por ahora...

Lo único destacable de momento es que Yashiro ya no puede mover el brazo derecho, por lo que Dômeki se ha convertido en sus brazos y piernas (tanto para lo bueno como para lo malo).

¿Qué pasará con la rivalidad entre mafias? Chan chan chaaaaaaaaan...

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